Capítulo 1.9
En tanto, se vistió ligeramente para
salir a la calle. Estaba vacía, sin alma alguna a la que saludar o
conversar. Mala espina le dio no ver a nadie. Normal. Era la siete y
diez de la mañana y mucha gente a esa hora, dormía y más los
domingos. Aún así,las gentes, la mayoría de ellas, acostumbraba
muy temprano muchos fines de semanas, es decir, casi todos, a salir a
caminar temprano, pasear a sus mascotas, ir en bicis etc...
Se dispuso, a ir al trabajo y tenía
que entrar antes de las ocho, para poder preparar lo indispensable y
el puesto, no sin antes, pasar como todos los domingos al restaurante
de su primo Jefferson . Este, siempre la invitaba a comer lo que
quisiese sin compromiso. Ahora mucho mas, que no disponía de dinero
para pagar, pero el, se lo ha dicho innumerables de veces : “Prima,
aquí esta tu primo para ayudarte, y ya me pagaras cuando puedas sin
apuro alguno”- le decía en muchas ocasiones con mucha pena y
vergüenza por parte de ella. Seguía extrañada, preguntándose, a
sí misma, el porque de las calles tan vacías, hasta que se percató
de que muchas de las gentes del pueblo, estaban concentrados en el
restaurante de su primo.
Entró entre tanto barullo de música
y gritos de alegría a las...¡ siete de la mañana...! , -dijo en
voz alta. Asombrada por lo que estaba observando sus ojos azules.
Miró en el techo, que colgaba un enorme cartel que ponía: “ I
CONCURSO DE BAILE DEL RESTAURANTE JEFFERSON”, -¡Es increíble! ,
lo que hace mi primo para llamar la atención de la clientela. -se
dijo así misma en voz alta nuevamente, mirando como la gente
aplaudía con gran entusiasmo a una pareja de treintañeros, que
bailaban como locos una canción muy rockera. El restaurante, estaba
muy animado. Su primo, no se percató de su presencia, debido a que
estaba como loco despachando a más clientela de la habitual, que se
animaron a participar en el concurso, muchos de ellos, no todos.
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