Capitulo I: 1.4

El sonido de la música era embriagador,  invitaba a escucharla y bailarla. Esa, era al menos la sensación que sentía Claudia, al menos ella.- Muy de años cincuenta... comenta Claudia a sus amigas un poco despistadas al ver que había, un enorme tumulto de  gente entrando al Burguer.-Lo se, es muy de años cincuenta, vamos de la época , pero no se porque tiene que salir música de ese tipo de la hamburguesería, no lo entiendo... decía bastante extrañada Máxima observando a la gente bailar al ritmo del sonido musical, mientras entraban a la hamburguesería. Asustadas por la gente que allí había reunida, las chicas entraron entusiasmadas y bastante fascinadas por lo que vieron nada mas de entrar.- ¿Es una hamburguesería del siglo XXI, o estamos en los años cincuenta, chicas?-  pregunto Catalina al mirar que el Burguer no era como los demás a los que habían entrado en muchas ocasiones. Era diferente. Tenía un estilo muy bello y cómodo.Las paredes eran de color celestes que decoraban todo el Burger, poseían de decoración, cuadritos, de colores rosas y blancos que dibujaban en las paredes una linea continua que la  dividía en dos partes iguales, las mesas del recinto eran de color blancas muy brillantes pegadas a las paredes y acompañadas no obstante de grandes ventanas cuadradas en las cuales podías mirar las calles y sus gentes, observar las tardes y las noches y como aparecían horas mas tarde las estrellas, decorando el gran manto marino oscuro que todas las noches aparecía en el cielo. Los asientos eran de color rosa y celeste dividido verticalmente, el suelo era blanco no tenía ninguna peculiaridad que llamase la atención. Solo blanco, totalmente blanco. Había una especie de estante repleto de golosinas de todos los tamaños, colores y sabores que se encontraba hacia el fondo del Burguer. Las luces eran blancas y muy luminosas pero cambiaban de color verde cuando entraban clientes como les paso a las chicas que se quedaron boquiabiertas ante el cambio repentino de luz, y azules cuando salían, algo que les fascinó. Nada mas entrar, las chicas no pudieron disimular su alegría al escuchar la música. Catalina repentinamente comenzó a bailar nada más entrar, moviendo su cuerpo con bastante gracia e invitando a Máxima y Claudia a participar, pero las chicas no tenían muchas ganas . -¡ Dejaros de vergüenza chicas! y bailar, menos timidez..., comenta entre risas mientras baila, al mismo tiempo, que las tres  van en busca de un sitio donde acomodarse para comer. Claudia, estaba muy contenta. No sabía que había por el mundo una hamburguesería tan alegre y divertida. Observaba todo a su paso, no tenía las energías de Cata para ponerse a bailar pero si de comer. Su olfato no engañaba, olía a patatas fritas recién hechas, pollo frito... , no podía seguir pensando en comida sin antes no probarla. Máxima eligió, el sitio donde se sentarían durante la tarde. Eligieron el lado izquierdo, concretamente en el segundo puesto llamado "Tarta de Queso".-Mira, no sabía que las mesas tenían nombres de comidas, el nuestro tarta de queso y el de atrás , batido de coco, pero que ordinarios, no entiendo el porque de estos nombres a todas las mesas..., refunfuñaba Máxima, mientras se acomodaban en sus respectivos asientos, Claudia sola frente a sus dos amigas. El tiempo pasaba para las tres, hacia ya cinco minutos que habían llegado. Muy desesperadas. Pero mientras esperaban a que alguien les atendieran, hablaban de lo increíble que era el lugar  y que no se asemejaba a las demás hamburgueserías que habían ido en anteriores años. En tanto, apareció un chico frente a ellas. Era muy apuesto, con cabello negro, piel morena y sonrisa encantadora. Las chicas callaron a la vez, para observar y atender. Anonadadas no dijeron nada, hasta que el chico les dijo: -Hola chicas,me llamo Leo y soy vuestro camarero durante toda la tarde, espero ante todo, que el servicio que os preste sea de vuestro agrado.-decía con una enorme sonrisa en su cara mientras sus ojos azules miraban fijamente a Claudia, algo que incomodó bastante a la chica. Estaban entusiasmadas a rabiar. Las chicas no se esperaban un chico tan guapo  y a la vez educado.