Capitulo I

Sin embargo ya no lo estaban, ahora los trabajos de cada una, ocupaban sus vidas, las separaban y no tenían tiempo para las reuniones. Las tres sabían que su amistad era lo más fundamental que había  y que habrá en sus vidas. Tenían miedo las tres,miedo por perderse en un mundo que aún ellas, tenían que descubrir solas y acompañadas, pero que al fin y al cabo sería la historia que cada una escribiría. Su amistad era especial y bella. Deseaban estar juntas siempre a pesar de las dificultades que la vida les ponía de prueba pero aún así juntas, para reír, llorar, divertirse, explorar...
-¡Chicas...,  murmuró con resignación.-Esta bien, iré con vosotras, pero tengo un problema...- dijo mordiéndose el labio superior de los nervios que tenía y mirando para ellas un poco avergonzada porque a la vez que ellas  se miraban extrañadas, por saber, que problema podría tener Claudia, ,ella  sacaba de su bolsillo su cartera y mostraba a las chicas que no  había en el, ningún billete, ni tan siquiera monedas, solo tarjetas, bonos, carnets y boletos. Agacho su cabeza de nuevo avergonzada por la situación que estaba viviendo en ese preciso momento.
-Lo siento chicas, pero no tengo como pagar . Creo que al final no podré ir con vosotras. Este último mes, he gastado el dinero, en las clases de escritura al que me apunté hace dos meses, y seguro que el nuevo Burguer del que habláis es muy caro y ahora en este instante, no podré costearme la comida ni tan siquiera la bebida. Lo siento mucho chicas de veras...- mostró un gesto descontento y desilusionado, volviendo a poner de nuevo su cartera en el bolsillo de su pantalón.
-¡De eso nada, Claudia!- dijeron animadamente las dos y tomándola de las  manos que rompía a llorar, no se sabe si de la emoción de poseer en su vida dos amigas que se preocupan por ella o por la vergüenza que causa no disponer de dinero ni siquiera para unos chicles.
-Nosotras, sabemos perfectamente que estas haciendo un grandísimo esfuerzo para conseguir tus objetivos y tu sueño, ser una escritora, y damos fe, tanto Máxima como yo de que lo conseguirás tarde o temprano porque sabemos que has luchado y sigues luchando por ese sueño y que cuando éramos unas niñas, nos contábamos las cosas que nos gustaba e ilusionaba conseguir. Ahora, que hemos crecido, estamos juntas en esos  proyectos que nos ilusionaba conseguir y  que estamos haciendo realidad poco a poco. Yo estoy estudiando Puericultura, algo fascinante y maravilloso y Máxima trabaja en  la Heladería de su padre, además de estudiar por las tardes Jardinería su gran sueño...-comentó, mientras Máxima asentaba con la cabeza todo lo que decía Catalina y Claudia escuchaba con sumisa atención.
Las tres se abrazaron con emoción y con  algunas lágrimas, sobre todo de Claudia. Sin más Máxima propuso que entre ella y Catalina pagasen la comida de Claudia y así pasarían la tarde juntas y recordando momentos inolvidables de su infancia. Algo maravilloso para las tres y fantástico al mismo tiempo. Claudi, como la llaman ellas en diversas ocasiones, aceptó la propuesta de sus amigas y así mismo podría salir de su casa, relajarse y olvidarse de sus problemas, observar ese nuevo Burguer que han abierto en el pueblo, así y sin quererlo, se despejaba de estar en su casa todo el tiempo menos cuando iba a trabajar. Estar encerrada todo el tiempo,  hacía de ella una persona que no quería saber del mundo exterior, de la vida  y de la realidad que acontecía en las calles, en los hogares, en cualquier sitio del pueblo...




Comentarios

Entradas populares de este blog

Capitulo 1.7

Capítulo 1.5

Capítulo 1.6